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jueves, 15 de abril de 2010

El concepto de educación (Por Bibiana Beveraggi)

Unidad : 1
Autor: Lic. María Bibiana Beveraggi
Fuentes: Concepto de Educación de Peters – Política educativa de Cassani – y libros de Pedagogía de autores varios como Nassif,García Hoz, Mantovani, Manganiello,etc.


EL CONCEPTO de EDUCACIÓN


La educación es un fenómeno muy familiar en nuestras vidas. Todos hemos recibido educación en nuestras casas, hemos asistido a escuelas para educarnos, hemos opinado sobre temas relacionados con la educación, con los maestros, ... también hemos criticado a padres, docentes, curas, y hasta seguramente habremos tarareado alguna canción que se refiere al aprendizaje o la enseñanza . Sin embargo, cuando tratamos de definir el término educación, se nos presentan dudas e inseguridades.

Lo primero que diremos entonces es que “educación” es uno de esos términos que es difícil de definir con precisión porque denomina a gran cantidad de fenómenos diferentes y complejos. Por ejemplo:

La educación puede referirse un fenómeno individual (la educación de un individuo) y/o a un fenómeno social (la educación de un determinado grupo social).

La educación puede referirse al proceso (cuando nos referimos de las tareas educativas, a la acción de educar) y/o al resultado (cuando nos referimos a lo que se espera lograr con la educación o a lo que se ha logrado después de la tarea educativa)

La educación puede hacer referencia al intento de educar a otro (heteroeducación) y/o al intento de educarse a uno mismo (autoeducación).

La educación puede tratarse de actividades sistemáticas (ordenadas, previstas, planificadas, organizadas, periódicas,...) o de actividades asistemáticas o informales (imprevistas, ocasionales...)

La educación puede estar inserta en el sistema oficial de enseñanza y en este caso hablamos de educación formal, o fuera de dicho sistema, constituyéndose en educación no formal.

Podemos hablar de agentes educacionales (aquellas personas o instituciones que intentan educar a alguien, y que a veces lo logran y a veces no) y de agentes educativos (aquellos que lograron educar a veces habiéndoselo propuesto, a veces sin haberlo buscado).

Porque la educación no es sólo parte de la escuela, sino que es parte de la vida. Y hasta puede haber escuelas que no educan, y amigos o vecinos o ciudadanos que nos educan con fuerza. Entonces, ¿qué es educar?

Hay muchísimas definiciones y no todas son equivalentes. Sin embargo podemos decir que en general , ellas coinciden en que la educación es:
• un fenómeno exclusivamente humano
• un fenómeno que implica la transformación del ser humano hacia un estado mejor y deseado, hacia un estado más humano
• un fenómeno que implica transformaciones relativamente constantes y que involucran a la persona en forma global

Pero esto que encontramos en común entre las definiciones de educación, nos lleva justamente a tener que admitir profundas diferencias en las concepciones sobre la educación. Ya que si el fenómeno educativo es un fenómeno humano, serán los diferentes significados o concepciones que se tengan del “hombre” lo que determine en qué consistirá esa transformación hacia un estado mejor. Por lo tanto, cuando dos personas discutan sobre educación, probablemente estén discutiendo sobre qué es ser humano, aunque no se den cuenta. Así, cuando tengamos que analizar una situación relacionada con la educación, primeramente podemos intentar distinguir qué concepción del hombre o qué concepción antropológica subyace en dicha situación. Ya que si se trata de transformar al ser humano hacia un estado mejor y deseado las diferentes respuestas antropológicas dirán cosas distintas sobre en qué consiste ese estado mejor y deseado. Ante todo los relativistas dirán que ese estado mejor y deseado es relativo a cada persona o a cada grupo o a cada cultura. Y por ejemplo si un padre enseña a su hijo a robar y para ese padre robar es bueno, dirán que ese padre está educando a su hijo. Algunas personas identificadas con el realismo filosófico en cambio, sostendrán que el robar es un disvalor universal y que si bien existe enseñanza y aprendizaje, en ese caso no podemos hablar de educación ya que la persona no se transforma hacia un estado mejor. También será diferente la definición de “estado mejor” de una persona con concepciones espiritualistas, de otras con concepciones naturalistas o materialistas y de aquellas con concepciones integralistas.

Teniendo claro que lo esencial en el concepto de educación es esa transformación hacia un estado mejor y deseado, será esa transformación el primer criterio a tener en cuenta para analizar si una situación es educativa o no educativa. ¿Qué dimensiones se transforman? ¿algunas o todas? ¿Hay transformación biológica, afectiva o emocional, intelectual, volitiva?...Cuáles son las posibilidades de transformación? ¿Cuáles son los límites...?

A su vez, podemos continuar el análisis de situaciones usando como marco de referencia las “duplas” enunciadas más arriba :

En esta situación ¨x¨...:

1. ¿Se enfatiza más el fenómeno individual de la educación o el social?
En el primer caso hablaríamos de una educación “individualista” que se despreocupa de la dimensión social del individuo. En el segundo caso, podríamos estar frente a una educación “socialista”, que prioriza los intereses de la sociedad por encima del desarrollo y las libertades personales. También podríamos hablar de educación personalizada, cuando la práctica educativa que se desarrolla prevee estrategias de enseñanza/aprendizaje diferentes y acorde a las capacidades de cada uno de los educandos. Y de educación socializada, cuando las actividades previstas están dirigidas al “grupo” de educandos. Estos dos tipos de educación, no responden tanto a diferencias ideológicas, como a posibilidades e inversiones reales para poder preparar las pràcticas educativas personalizadas.

2. ¿Se enfatiza más el proceso o el resultado de la educación?
Históricamente se enfatizaron más los resultados, sin tener muy en cuenta los procesos de enseñanza y/o de aprendizaje. Cuando esto sucede, hablamos de pedagogías eficientistas. Hoy, muchos educadores enfatizan el “proceso” sin tener en cuenta si se logran resultados o qué tipo de resultados se obtienen. Nosotros consideramos que lo adecuado es tener ambos aspectos en cuenta y relacionados de un modo coherente: medios y fines tienen que ser ambos educativos y además los medios tienen que ser adecuados para lograr los fines propuestos. De no tenerse en cuenta alguno de ambos aspectos, nos parece que se reduce la realidad, por eso hablaríamos en las situaciones anteriores de “reduccionismos”. También habrá que considerarse cómo es el proceso educativo: ¿es legítimo, valioso o contradictorio con el mejoramiento del ser humano? y el resultado : ¿es valioso? ¿valioso para quién?

3. ¿Se enfatiza más la heteroeducación o la autoeducación? ¿Hay enseñanza? ¿Hay aprendizaje?

4. ¿Qué incide más, la educación sistemática o la asistemática? ¿La única responsable de la educación es la escuela? ¿Y la familia? ¿Y la comunidad? Los medios de comunicación masiva ¿no “forman” de manera informal? ¿Qué “forma” dan a sus consumidores (oyentes de radio, televidentes, etc.) ¿educan?

5. ¿Hubo intención de educar? ¿Se logró o se logrará educación? ¿Todas las escuelas o instituciones educacionales son educativas?

Evidentemente estos son algunas de las preguntas y análisis que pueden surgir en torno a la educación. Lo hemos presentado de un modo muy simple, casi como un diccionario, no pretendiendo simplificar, sino para poder comenzar a aproximarnos a la cuestión educativa. A medida que nos acerquemos a dicho fenómeno, observaremos que por ser tan humano es muy complejo. Tampoco será fácil decidir ¿qué enseño? ¿cómo enseño?, ¿educo?, ¿para qué?, ¿a quiénes?, ¿aprenden?, ¿sirve?, ¿dónde educar? , ¿cuándo?, ¿y mi educación?... ). Pero al igual que nosotros hoy, muchos otros antes se han preguntado y han intentado algunas respuestas en torno a estas cuestiones: a esa parcela del conocimiento humano la llamamos Teoría de la Educación. Nos da algunas pistas a aquellos que hemos elegido el desafío de educar, de transformar, de dar otra forma, aunque sea, a nosotros mismos.


TEXTOS PARA REFLEXIONAR extraídos de “El valor de educar” de Fernando Savater, cap. I

“Nacemos humanos, pero eso no basta: tenemos también que llegar a serlo.[...] Hay que nacer para humano, pero sólo llegamos plenamente a serlo cuando los demás nos contagian su humanidad a propósito...y con nuestra complicidad. La condición humana es en parte espontaneidad natural pero también deliberación artificial: llegar a ser humano del todo (sea humano bueno o humano malo) es siempre un arte. ”

“Si no hay atribución de ignorancia, tampoco habrá esfuerzo por enseñar.” “Enseñar es siempre enseñar al que no sabe y quien no indaga, constata y deplora la ignorancia ajena no puede ser maestro, por mucho que sepa. Repito: tan crucial en la dialéctica del aprendizaje es lo que saben los que enseñan como lo que aún no saben los que deben aprender.”

”Lo primero para educar a otros es haber vivido antes que ellos, es decir no el simple haber vivido en general (es posible
y frecuente que un joven enseñe a cosas a alguien de mayor edad) sino haber vivido antes en el conocimiento que desea transmitirse...”

“Porque lo propio del hombre no es tanto el mero aprender como el aprender de otros hombres, ser enseñado por ellos.[...] el hecho de enseñar a nuestros semejantes y de aprender de nuestros semejantes es más importante para el establecimiento de nuestra humanidad que cualquiera de los conocimientos concretos que así se perpetúan o transmiten. [...] La vida humana consiste en habitar un mundo en el que las cosas no sólo son lo que son sino que también significan; pero lo más humano de todo es comprender que, si bien lo que sea la realidad no depende de nosotros, lo que la realidad significa sí resulta competencia, problema y en cierta medida opción nuestra.[...]no es lo mismo procesar información que comprender significados.[...]Antes que nada, la educación es la revelación de los demás, de la condición humana como un concierto de complicidades irremediables.”

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